Aumenta el consumo de porno en la adolescencia

Los jóvenes acceden a los 12 años a contenido sexual ‘online’ para adultos, lo que perjudica su desarrollo y condiciona sus relaciones

El acceso de los adolescentes a la pornografía es muy fácil hoy en día a través de sus teléfonos inteligentes, tablets, ordenadores… y las últimas agresiones sexuales en grupo realizadas por chavales de esta edad han puesto en el punto de mira una realidad muy preocupante: el alto consumo de porno en este colectivo.

¿A qué edad comienzan los adolescentes a ver pornografía?

La edad promedio de la primera exposición es a los 12 años y uno de los temas más preocupantes es dónde lo ven.

En Estados Unidos el 41 por ciento dice que han visto imágenes de desnudos o actos sexuales en internet durante la jornada escolar. Con 17 años, tres de cada cuatro han tenido acceso a este material online.

El 45 por ciento de los jóvenes considera que la pornografía brinda información útil sobre el sexo, y lo más grave es que el 27 por ciento cree que representa el sexo como es en realidad.

¿El uso del control parental es tan bajo como dicen los estudios?

Solo uno de cada tres adolescentes afirma tener actualmente filtros de contenido o controles parentales en su hogar, para tratar de evitar su acceso a la pornografía.

La edad parece ser un factor clave en el uso de    controles parentales. De 13 a 14 años, el 42 por ciento manifiesta que estos filtros/controles estaban actualmente en uso en su hogar.

De 15 a 17 años, el 24 por ciento indica que estos estaban actualmente en uso en su hogar.

Otro dato importante es que menos de la mitad de los adolescentes (43 por ciento) ha hablado de pornografía con un adulto de confianza.

¿Con qué frecuencia los adolescentes ven pornografía violenta?

Uno de los datos más preocupantes es que más de la mitad de los adolescentes (52 por ciento) han visto pornografía violenta, incluida la pornografía que muestra lo que parece ser una violación, asfixia o a alguien sufriendo; lo que puede distorsionar sus percepciones sobre los actos sexuales que pueden ser dañinos.

De hecho, solo uno de cada tres adolescentes ha visto pornografía que incluye a alguien que pide consentimiento antes de participar en actividades sexuales.

¿Cómo afecta ver porno al cerebro?

Los estudios que han analizado las reacciones cerebrales ante la pornografía muestran que daña el cerebro de la misma manera que las drogas.

La alteración principal de la adicción es la desregulación del sistema de recompensa. La sensación de placer se debe a una sustancia química del cerebro, un neurotransmisor denominado dopamina. Cuando la persona percibe un estímulo o una situación que le va a procurar placer, o si ha aprendido en el pasado que cierto consumo o cierta actividad, como puede ser la pornografía, le puede procurar placer, el cerebro va a activar la liberación de dopamina. De este modo, el consumo de pornografía se graba en la memoria como una experiencia agradable.

Normalmente, en toda persona sana, sin adicción, los estímulos fisiológicos activan el sistema de recompensa y provocan la liberación de dopamina (por ejemplo, el agua ante la sed). Esta descarga se produce en una cantidad moderada, y el cerebro encuentra de nuevo fácilmente el equilibrio. En cambio, el porno estimula de manera prolongada y exagerada el sistema de recompensa, provocando fuertes descargas de dopamina. El neurocientífico de la Universidad de los Ángeles, Peter Whibrow, describe la pornografía como una «droga numérica» o como «cocaína electrónica», demostrando, junto a muchos otros investigadores, que la pornografía daña el cerebro y engancha el mecanismo de recompensa al igual que las drogas. En definitiva, activemos todas las alarmas y pongamos soluciones.

FUENTE: diariodeavila.es