Déjà vu: el misterio que se esconde detrás de la sensación de haber vivido algo previamente. Colaboración de Vicente Prieto.

Ir caminando por la calle, fijarse en cualquier detalle y tener de repente la sensación de «ya lo he vivido» a pesar de no haberlo visto nunca. Seguro que sabes de qué estoy hablando, porque es una sensación que prácticamente nos ha pasado a todos. Este momento se llama déjà vu, y significa «ya visto» en francés. Y si te preguntas porqué sucede, la realidad es que es un fallo del procesamiento de la memoria.

Para entendernos, la memoria tiene tres fases: en la primera, se codifica la información recibida por los sentidos, en la segunda se almacena en la memoria a corto y largo plazo, y por último, en la tercera se puede recuperar la información que permanece en nuestro cerebro. Cuando se produce un déjàvu es porque la aquello que entra en nuestra memoria salta directamente hacia la memoria de largo plazo, y por eso nos da la sensación de que eso ya lo hemos vivido. En conclusión, un déjà vu es el fallo del procesamiento de la memoria, que en vez de almacenar una información como nueva, la interpreta como si fuera antigua y de ahí la sensación de haberlo vivido anteriormente.

En la medicina, el déjà vu se incluye dentro de la paramnesia, que se caracteriza por la distorsión de los recuerdos. «El sujeto tiene falsos recuerdos (que cree verdaderos) y que sustituyen a los hechos reales que no puede recordar. Incluye la confabulación, la seudología fantástica, los falsos reconocimientos y la ilusión del ‘ya visto’ y el ‘ya vivido'», explica Vicente Prieto, psicólogo especialista en Psicología Clínica y director de la Clínica del Centro de Psicología Álava Reyes (Madrid), en una entrevista con Infosalus. 

La importancia del estado de ánimo

Hay dos factores que influyen en la memoria: la atención que se presta y el estado de ánimo. Si los dos factores son positivos, entonces la memoria funcionará mejor, pero si el estado de ánimo no es bueno o nos sentimos estresados, por ejemplo, entonces no retendremos tanta información. Es por ello que, cuanto más estresados estamos, más nos olvidamos de las cosas.

Relacionado con el estrés, hay un estudio publicado en 2018 que indica que las personas que tienen niveles altos de cortisol, tienen una memoria más deficiente. El cortisol es una hormona que responde al estrés y que pone al cuerpo en tensión cuando nota alguna amenaza. La secreción de esta hormona de forma puntual puede ser buena, pero el problema viene cuando se produce de forma más habitual.

Por lo tanto, las personas que están estresadas pueden sufrir déjà vu de forma más habitual.

¿Y el jamais vu?

Al contrario que el déjà vu, el jamais vu es «la sensación de extrañeza, que experimenta una persona, ante una situación que le debería ser familiar. Cuando vemos un lugar, una calle, un paisaje, una persona u objeto conocido, tenemos la impresión de no haberlo visto anteriormente», según explica el doctor Prieto.

Esta sensación no es tan común como el déjà vu, y se asocia más con otros problemas neurológicos como la amnesia. «Las dos sensaciones están dentro de la clasificación de las ‘criptomnesias’, que son alteraciones del reconocimiento, y sí que se podría decir que se trata de sensaciones contrarias», concluye el director de la Clínica del Centro de Psicología Álava Reyes.

FUENTE: mundodeportivo.com