Fragancias que nos alegran la vida. Rosa Collado para «Woman»

Mamen Ruiz Puertas
Revista Woman

La incertidumbre que vivimos ha convertido los aromas en un antídoto para levantar el ánimo, calmar la ansiedad, evocar momentos felices o hacernos sentir cerca de los seres queridos.

La memoria olfativa es tan increíble y poderosa que, con sólo abrir un frasco de perfume, es capaz de hacernos viajar hasta nuestra infancia, transportarnos a ese lugar que tanto nos gusta o rememorar situaciones en que fuimos felices.

Su «fuerza evocadora queda muchísimo más marcada que cualquier imagen que vemos o sonido que escuchemos», afirma Rosa Collado, psicóloga del Centro Álava Reyes. De hecho, diferentes estudios desarrollados por neurocientíficos constatan que el ser humano recuerda un 35% de lo que huele frente al 5% de lo que o o tan sólo el 2% de lo que oye.