Infanto / Juvenil
En el Área Infanto-juvenil del Centro de Psicología Álava Reyes nos gusta hacer hincapié en un hecho que no por cierto deja de resultar revelador: que acudir al psicólogo no implica que se padezca un problema psicológico.

Nos preparamos mucho a nivel académico para desempeñar una determinada actividad, un trabajo, o una profesión. Sabemos dónde consultar, a quién preguntar y adónde acudir y, sin embargo, para una de las facetas más importantes de nuestra vida, para formar una familia, practicamos el autodidactismo: nadie nos instruye, nadie nos informa. Dependemos de los “apuntes” que nos ceden quienes han pasado por la experiencia y estamos sometidos a los mitos que impregnan tanto la maternidad como la paternidad y la propia evolución infantil. Y, a veces, nos vemos obligados a buscar ayuda en profesionales expertos a la hora de afrontar asuntos de tanto calado.
A menudo, a los psicólogos nos toca ejercer de “entrenadores” familiares, y, así, asesoramos a los padres sobre cómo enfocar y resolver los problemas de sus hijos a todos los niveles, desde intervenciones concretas en momentos estresantes de la vida cotidiana a abordajes más complejos.
Sabemos lo difícil que puede ser, sabemos lo solos que os podéis sentir y sabemos lo importante que es para vosotros la formación de vuestros hijos. Por eso nos ponemos en vuestro lugar cada día, y nos esforzamos por ofrecer nuestra mejor versión en favor de lo que más importa: vuestros hijos. Porque no son “sólo niños” ni son “cosas de niños” cuando se trata de nuestros hijos. Cada niño, cada adolescente, cada joven es único y distinto, afirmación que, aunque parezca tópica, es absolutamente verdadera.
En nuestro Centro de Psicología, estamos preparados para conocer y comprender cada circunstancia y cada caso, así como para abordarlo y ofrecer un tratamiento y unas técnicas eficaces y personalizadas en función de cada necesidad. Cuando hablamos de bienestar, las generalidades no sirven.
Estamos avalados por más de 30 años de experiencia en Psicología Infanto-Juvenil y por los testimonios de niños, jóvenes y padres que señalan como, después de haber pedido y recibido ayuda, han conseguido superar sus dificultades.
¿Cómo podemos ayudarte?
En el Centro de Psicología Álava Reyes conocemos a los niños y conocemos a las familias, y aplicamos la terapia infanto-juvenil como un tratamiento integral que aborda todos los aspectos relacionados: progenitores, familia, profesores, figuras de referencia… Pero, sobre todo, conocemos las particularidades a las que se enfrentan los niños y los jóvenes hoy día y cómo pueden sentirse desbordados ante las circunstancias o ante sus propios miedos, pensamientos o sentimientos. Y estamos seguros de que podemos ayudarles. A los padres les decimos: “Podemos ayudarte: llevamos tres décadas haciéndolo”.
Nos basamos en una intervención personalizada y adaptada, tanto a las características propias de cada niño, como de su etapa evolutiva.
Creemos que es fundamental poder confiar en alguien cuando intuimos que algo no va bien, cuando estamos sobrepasados, o cuando sentimos esa impotencia de no saber qué hacer. Al tratarse, como es el caso, de los más jóvenes de la familia, podemos creer que son conflictos sin importancia y que desaparecerán con el tiempo. Podemos compararlos con nuestros recuerdos de infancia y asumir que “ya pasarán”, obviando un problema al que deberíamos concederle la importancia que realmente tiene. Todos podemos necesitar ayuda de vez en cuando, y nosotros estamos para eso, para ayudar.
Nuestro trabajo se sustenta en la terapia Cognitivo-Conductual. Con ella, ponemos a vuestra disposición las más efectivas técnicas en función de las necesidades planteadas, con un objetivo que es el mismo que tenéis vosotros: ayudar a vuestro hijo a conocerse y comprenderse mejor, a quererse y sentirse mejor, a afrontar sus dificultades y, finalmente, dotarle de las herramientas necesarias que le convertirán en una persona adulta sana y feliz.
¿Cómo sé si mi hijo necesita ir al psicólogo?
Ansiedad
Si está agobiado y desbordado. Si le ves más ansioso o preocupado de lo habitual. Si se queda bloqueado y no puede parar de llorar.
- Más información
Autolesiones
Si tiene un comportamiento distante o evitador. Si no quiere mostrar los brazos o las piernas. Si presenta cortes o encontramos escondidos objetos punzantes o cortantes.
Desorientación vital
Si está atravesando una crisis personal. Si se siente perdido e inseguro. Si tiene que tomar decisiones y no lo consigue.
- Más información
Estado de ánimo
Si se muestra irritable, enfadado o presenta cambios de humor. Si le ves triste y desesperanzado. Si manifiesta culpa o celos constantemente.
- Más información
Miedos y fobias
Si tiene fobias o miedos irracionales. Si tiene miedo de ir al colegio. Si tiene manías, tics o hábitos que te preocupan.
- Más información
Problemas de autoestima
Si tiene vergüenza o se siente al margen de sus iguales. Si ha sufrido o sufre situaciones de acoso. Si crees que tu hijo es infeliz. O si, simplemente, quiere ser más feliz.
- Más información
Problemas en las relaciones con sus iguales
Si crees que tu hijo está siendo víctima de acoso escolar. Si tiene dificultades para hacer o mantener amigos. Si está la mayor parte del tiempo solo y sufre por ello.
- Más información
Problemas escolares y de aprendizaje
Si su rendimiento escolar ha descendido. Si está desorientado. Si necesita apoyo académico. Si sospechas que puede tener problemas de atención o bien altas capacidades.
- Más información
Abuso sexual, maltrato o acoso
Si no puede dejar de pensar en lo que ocurrió y tiene pesadillas sobre ello. Si después de lo que ocurrió no ha vuelto a ser el mismo. Si ha sufrido acoso, abuso o maltrato.
- Más información
Problemas psicofisiológicos y del sueño
Si se queja de dolores con frecuencia. Si no puede dormir o se levanta muchas veces durante la noche. Si tiene pesadillas frecuentes. Si no consigue controlar esfínteres.
- Más información
Adicciones
Si pasa demasiado tiempo enganchado al móvil. Si juega demasiado a videojuegos en vez de hacer otras cosas. Si las discusiones en casa son frecuentes por estos motivos.
- Más información
Trastornos de la alimentación
Si reduces la solución a cualquier problema o temor con «estar más delgado». Si no regulas tu alimentación por necesidades fisiológicas, sino emocionales, y viceversa. Si el miedo a engordar condiciona tu vida. Si alcanzar la delgadez deseada se convierte en una meta inalcanzable, y que te define.
- Más información
Problemas de conducta
Si tiene rabietas o conductas descontroladas. Si los gritos y discusiones en casa son frecuentes. Si, no es sólo que no obedezca, es que directamente os desafía. Si manifiesta comportamientos agresivos.
- Más información
Asesoramiento a padres
Si los que estáis perdidos sois vosotros. Si os sentís tristes o inseguros. Si no sabéis si lo estáis haciendo bien.
- Más información
Problemas de adaptación
Si ha habido alguna circunstancia cercana que le ha afectado sobremanera. Si creéis que no ha encajado un cambio reciente (nacimiento de un hermano, fallecimiento, hospitalización, mudanza, cambio de colegio..).
- Más información
Duelo infantil
Si ha habido algún fallecimiento de un familiar, de alguna persona cercana o de un ser querido. Si tiene rabietas sin motivo aparente, sufre tristeza o irritabilidad.
- Más información
Trastorno por déficit de atención (TDAH)
Si tiene problemas para organizar actividades, le cuesta seguir instrucciones o finalizar tareas. Si se distrae fácilmente o pierde objetos necesarios.
- Más información