¿Por qué «no hay salario que pague el sufrimiento»? Reflexiones de María Jesús Álava Reyes sobre salud mental y bienestar en el trabajo
¿Por qué «no hay salario que pague el sufrimiento»? Reflexiones de María Jesús Álava Reyes sobre salud mental y bienestar en el trabajo

¿Por qué «no hay salario que pague el sufrimiento»? Reflexiones de María Jesús Álava Reyes sobre salud mental y bienestar en el trabajo

¿Por qué «no hay salario que pague el sufrimiento»? Reflexiones de María Jesús Álava Reyes sobre salud mental y bienestar en el trabajo

En un contexto donde el rendimiento profesional, las exigencias laborales y la competitividad forman parte del día a día, la reconocida psicóloga María Jesús Álava Reyes nos invita a repensar profundamente nuestra relación con el trabajo, el estrés y el bienestar emocional. Su reflexión —“no hay salario que pague el sufrimiento de una persona en el trabajo”— no es solo una crítica a las condiciones laborales, sino una invitación urgente a priorizar la salud mental como piedra angular de una vida plena y sostenible.

El costo invisible del sufrimiento laboral

¿Qué quiere decir realmente esta frase? Para María Jesús Álava Reyes, directora del Centro de Psicología Álava Reyes y una de las voces más autorizadas en psicología clínica y emocional en España, el bienestar emocional no es negociable ni compensable con remuneraciones económicas altas. El sufrimiento sostenido —especialmente el derivado de condiciones laborales agresivas o poco saludables— genera un impacto emocional profundo que ninguna cifra en una nómina puede equilibrar.

Las investigaciones y la práctica clínica en salud mental muestran que la exposición prolongada al estrés laboral puede desencadenar síntomas asociados al burnout, entre los que se encuentran:

  • Cansancio físico y mental persistente.
  • Desmotivación y falta de interés por las actividades laborales.
  • Irritabilidad, ansiedad y dificultades para concentrarse.
  • Problemas de sueño y somatizaciones como tensión muscular o fatiga constante.

Estos efectos no solo deterioran la calidad de vida de quien los padece, sino que también generan consecuencias a nivel personal, familiar y social. El mensaje de Álava Reyes es directo: trabajar no debe equivaler a sufrir.

¿Por qué «no hay salario que pague el sufrimiento»? Reflexiones de María Jesús Álava Reyes sobre salud mental y bienestar en el trabajo

El mito del sacrificio: ¿vale la pena el estrés?

Durante décadas, muchas culturas han promovido la idea de que el éxito profesional requiere sacrificio extremo: largas jornadas, total disponibilidad y productividad sin pausa. Sin embargo, este modelo está quedando en entredicho. La psicóloga explica que el estrés negativo —el que desgasta, paraliza y enferma— no es una condición inevitable del trabajo, sino un síntoma de desequilibrio entre exigencias y recursos personales.

Además, la evidencia sugiere que el estrés cotidiano en el trabajo es responsable de una parte significativa de las emociones negativas que experimenta la población activa. En eventos de salud laboral, Álava ha señalado que una proporción considerable de nuestras emociones adversas tiene su origen en dinámicas laborales insalubres.

Claves para transformar la experiencia laboral

Para que el trabajo deje de ser fuente de sufrimiento y se convierta en una oportunidad de crecimiento y bienestar, es fundamental incorporar estrategias psicológicas y organizativas que favorezcan la salud emocional:

• Reconocer señales de alerta temprano

Hay entornos laborales que parecen “normales” pero que, en realidad, son perjudiciales para la salud mental. Señales como la falta de apoyo, exigencias desproporcionadas, ausencia de reconocimiento o liderazgos autoritarios pueden ser indicadores de riesgo. Identificarlos a tiempo permite tomar decisiones informadas sobre nuestra vida profesional.

• Establecer límites saludables

Poner límites claros en cuanto a horarios, carga de trabajo y autocuidado no es un acto de egoísmo, sino una decisión inteligente para proteger la estabilidad emocional. Reconocer cuándo decir “no”, cuándo desconectar y cuándo priorizar el descanso es un componente esencial de una vida equilibrada.

• Fomentar culturas organizacionales empáticas

El bienestar laboral no es solo responsabilidad de los individuos. Las organizaciones también deben construir culturas basadas en la empatía, la flexibilidad y el reconocimiento del esfuerzo, promoviendo ambientes que faciliten la motivación, la colaboración y el respeto mutuo.

Aprender a cuidarse más allá del trabajo

La reflexión de Álava Reyes va más allá del ámbito laboral. El sufrimiento innecesario también se relaciona con pensamientos negativos, expectativas irreales y la incapacidad de gestionar las emociones propias, factores que pueden intensificarse cuando el trabajo se convierte en el centro de nuestra vida emocional.

Para la psicóloga, el autoconocimiento y la gestión emocional son habilidades esenciales para navegar cualquier desafío con fortaleza y equilibrio. Aprender a identificar cómo reaccionamos ante la presión, cómo nos recuperamos después de una caída o cómo lidiamos con la frustración nos permite tomar control sobre nuestra salud mental y construir una vida más satisfactoria.

El bienestar emocional como prioridad

La frase “no hay salario que pague el sufrimiento” no es una invitación a renunciar a los objetivos profesionales, sino un llamado a redefinir nuestras prioridades, proteger nuestra salud mental y construir una relación con el trabajo que favorezca el crecimiento personal sin sacrificar la estabilidad emocional.

En el Centro de Psicología Álava Reyes, acompañamos a las personas a identificar las fuentes de malestar emocional, desarrollar herramientas personales de afrontamiento y recuperar el equilibrio entre la vida laboral y personal. Porque trabajar dignifica, pero no debe doler.

FUENTE: WEWBDELMAESTROCMF.COM

Situado en Madrid, somos uno de los Centros de Psicología más grandes de España formado por un equipo multidisciplinar de Psicólogos, Psiquiatras, Logopedas y Neuropsicólogos, que nos permite trabajar con todos los rangos de edad y tipos de terapia.

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