Cómo afrontar el miedo: el afecto como el mejor antídoto
El miedo es una de las emociones más universales. Nos acompaña a lo largo de la vida y, aunque en ocasiones puede ser un mecanismo de protección, otras veces se convierte en un obstáculo que nos paraliza o nos genera un gran malestar. En el espacio radiofónico El mejor día de la semana, María Jesús Álava Reyes recordó un aspecto esencial: «Cuando una persona está asustada es cuando más precisa tu cariño y tu cercanía; la mejor forma de combatir el miedo es el afecto».
En este artículo te contamos cómo reconocer y acompañar a alguien que siente miedo, y por qué los gestos de apoyo emocional son clave para recuperar la calma y la confianza.
¿Por qué sentimos miedo?
El miedo es una reacción natural ante situaciones que percibimos como peligrosas o amenazantes. Es una emoción adaptativa que activa mecanismos de alerta para protegernos. Sin embargo, cuando aparece con demasiada frecuencia o intensidad, puede convertirse en un problema, afectando a nuestro bienestar emocional, a nuestras relaciones y a nuestro rendimiento en el trabajo o los estudios.
Factores como experiencias traumáticas, niveles altos de estrés, la incertidumbre o una baja tolerancia a la frustración pueden aumentar la probabilidad de sentir miedo de manera desproporcionada. Por eso, comprender y gestionar el miedo es fundamental para vivir con mayor serenidad.
El papel del afecto frente al miedo
Según María Jesús Álava Reyes, el afecto es el mejor antídoto para el miedo. Cuando alguien está asustado, lo que más necesita no es que le digamos “no pasa nada” o que minimicemos su emoción, sino sentir que no está solo y que alguien lo acompaña con respeto y comprensión.
Mostrar cariño y cercanía permite que la persona perciba un entorno seguro. Ese apoyo actúa como un regulador emocional que ayuda a disminuir la intensidad del miedo, favoreciendo que el cerebro pueda volver a un estado de calma y claridad.
Cómo ayudar a alguien que tiene miedo
Acompañar a una persona asustada requiere sensibilidad y empatía. Estos son algunos consejos prácticos inspirados en las recomendaciones de María Jesús Álava Reyes:

1. Reconoce su emoción
El primer paso es validar el miedo. En lugar de negar lo que siente, podemos expresarle algo como:
“Sé que lo estás pasando mal, entiendo que esto te asuste. Estoy aquí contigo”.
Este simple gesto ayuda a que la persona sienta que su emoción es comprendida y aceptada, lo que genera alivio y confianza.
2. Transmite calma con tu presencia
La serenidad se contagia. Mantener un tono de voz pausado, hablar despacio y adoptar un lenguaje corporal relajado facilita que la otra persona regule su estado emocional. Evita reaccionar con brusquedad o impaciencia, ya que eso puede intensificar su miedo.
3. Utiliza gestos de cercanía
El lenguaje no verbal es poderoso: una sonrisa genuina, un contacto suave como colocar un brazo sobre su hombro o tomar su mano, o simplemente mantener el contacto visual, pueden aportar seguridad y tranquilidad. Lejos de resultar ofensivos, estos gestos demuestran apoyo incondicional.
4. Ofrece mensajes claros y tranquilizadores
El miedo suele acompañarse de pensamientos caóticos o catastrofistas. Ayuda a la persona a ordenar su mente con mensajes claros, breves y positivos:
“Estoy aquí, vamos a afrontarlo juntos”.
“Puedes contar conmigo, vamos paso a paso”.
El objetivo es que sienta que tiene un acompañamiento firme y sereno.
5. Fomenta la confianza en sus propios recursos
Una vez la intensidad del miedo disminuye, es importante reforzar la autoestima de quien lo experimenta. Puedes animarle a recordar situaciones anteriores que haya superado o destacar sus capacidades para afrontar retos:
“Recuerda todo lo que has conseguido antes; esta vez también lo lograrás”.
Cuando el miedo persiste
Si el miedo es constante o limita la vida cotidiana, puede ser señal de un trastorno de ansiedad u otro problema emocional que requiere atención profesional. En estos casos, la psicoterapia es una herramienta muy eficaz para identificar el origen del miedo, aprender técnicas de regulación emocional y desarrollar estrategias de afrontamiento saludables.
En el Centro de Psicología Álava Reyes contamos con un equipo de psicólogos especializados en el tratamiento de la ansiedad y el miedo. Nuestro objetivo es ayudarte a entender tus emociones, trabajar su raíz y proporcionarte herramientas para que recuperes el control y la serenidad.
El poder transformador del afecto
El miedo es una emoción inevitable, pero no tenemos por qué vivir atrapados en él. El apoyo, la comprensión y la cercanía de quienes nos rodean pueden marcar la diferencia en los momentos más difíciles. Como recuerda María Jesús Álava Reyes, el afecto es el mejor antídoto frente al miedo.
Si estás atravesando una etapa en la que el miedo te bloquea o si quieres aprender cómo acompañar mejor a alguien que lo está pasando mal, no dudes en contactar con el equipo del Centro de Psicología Álava Reyes. Estamos aquí para ayudarte a recuperar la calma y a construir una vida más equilibrada y segura.