El caso de Rosa

¿Cuánto deben dormir los niños?

La madre de Rosa acudió a nuestro centro cuando la niña tenía dos años de edad, porque, según nos dijo, “le tiene comida la moral”, no puede más, e incluso está tomando medicación ansiolítica por las situaciones tan extremas a las que llega la niña.

Su madre reconoce que ha sobreprotegido a la pequeña, permitiendo que durmiera con ella, cediendo ante sus rabietas para que no fuesen a más… El arma de Rosa es llorar y gritar.

Su madre intenta razonar con ella, no lo consigue y termina cediendo para que la situación no empeore.

El padre grita mucho, pierde la paciencia y desautoriza a la madre delante de los niños, diciendo que el problema es suyo por haberles mimado demasiado.

En este caso, la meta que nos planteamos es que la madre pudiera identificar las conductas problemáticas de Rosa y la respuesta que tanto ella como su marido daban a las llamadas de atención de la niña.

Como siempre que hay dificultades de conducta, le pedimos a la madre que hiciera registros de conducta, donde iba a apuntar cualquier situación conflictiva o problemática con Rosa.

Tenía que especificar qué día y qué hora era, quiénes estaban y dónde estaban, qué hacía o decía Rosa, y lo que sus padres u otros familiares presentes hacían.

A través de estos registros, pudimos inferir lo que estaba ocurriendo con Rosa:

No hay rutinas fijas establecidas. Por ejemplo, la hora del baño, la de la cena, la de irse a la cama se cambiaban cada día en función de lo que hacían los padres o de las actividades de la hermana mayor, de doce años.

La madre entra en la provocación de Rosa, lo que refuerza la rabieta de esta.

Rosa se va muy tarde a la cama (pueden ser las 23:00 h o incluso más tarde), lo que puede aumentar su irascibilidad por falta de sueño. Rosa se quedaba dormida por la tarde en el coche, en el sillón…

La despiertan muy tarde y le piden que reaccione muy rápido por las mañanas (20 minutos para levantarse, vestirse y desayunar, con lo que se lo terminan haciendo ellos).

En este caso, la primera intervención que se realizó fue ajustar los horarios de la niña. Rosa no podía irse a la cama a las 23:00h, sino que su hora de acostar sería las 21:00h.

Además, se revisó la rutina de la tarde. Aproximadamente las 19:30h sería el baño, seguido de la cena y a dormir.

Por las mañanas la levantarían con una hora de tiempo para que la niña pudiera desvestirse sola, desayunar e ir a la escuela infantil sin prisas y sin agobios.

Se trabajó con su madre dándole la suficiente confianza para que no entrara en las peleas y en las provocaciones de Rosa y empezara a manejar el refuerzo y la extinción, es decir, haría caso a la niña y le prestaría atención cuando se estuviera portando correctamente, mientras que la ignoraría cuando tenía rabietas y pataletas.

Gran parte de la irascibilidad de Rosa procedía de la falta de sueño y del poco tiempo que le daban para realizar sus tareas. En cuanto se ajustaron los horarios y rutinas, su mejoría fue notable.

Situado en Madrid, somos uno de los Centros de Psicología más grandes de España formado por un equipo multidisciplinar de Psicólogos, Psiquiatras, Logopedas y Neuropsicólogos, que nos permite trabajar con todos los rangos de edad y tipos de terapia.