El caso de Gonzalo

Cuando el niño pierde a un ser querido

La madre de Gonzalo acudió a vernos con su hijo de ocho años de edad, preocupada porque le veía muy triste, apático, con pocas ganas de estudiar…

Su padre había fallecido hacía tres años en un accidente de tráfico.

Desde el colegio le informaron a su madre que este curso Gonzalo estaba apático, que no trabajaba, que se mostraba más retador, que jugaba menos con los amigos…

Cuando hablamos con su tutora, estaba especialmente preocupada por Gonzalo, pues le veía especialmente triste y apático y no era capaz de nombrar a su padre.

Su profesora estaba realmente involucrada en el caso y quería hacer todo lo posible para ayudar al niño.

Gonzalo, además, tiene un hermano de cinco años, Diego, con el que se pelea a menudo.

Cuando el padre de ambos falleció, Diego tenía dos años, por lo que él apenas se acuerda de la convivencia de toda la familia unida.

Intervención

Con Gonzalo:

Se le proporcionaron estrategias para superar su malestar, para que poco a poco se encontrara mejor y pudiera tolerar la frustración que le suponía que el resto de los niños tuvieran papá y él no.

Aprendió a ser feliz pese a no tener papá y a no dejarse llevar por la rabia y el enfado.

Se hizo especial hincapié en que se sintiese libre de expresar su tristeza y poder verbalizar que estaba triste porque echaba de menos a su padre.

Se le explicó que no pasaba nada por llorar de vez en cuando, pero que no debía dejar de hacer las cosas propias de su edad, como los deberes, atender en clase, obedecer a mamá, realizar las actividades extraescolares o ir al cine con sus amigos cuando le invitaban.

Con su madre:

Se le dieron pautas sobre cómo manejar las distintas situaciones tanto con Gonzalo como con su hermano, haciendo énfasis en el refuerzo y en aprender a ver el lado positivo de las situaciones.

Con su profesora:

Se estableció un sistema de puntos que iba reforzando los logros de Gonzalo, por pequeños que fueran al principio.

Resultados

Haciendo una gran labor de trabajo en equipo, conseguimos que en pocos meses el niño se encontrara bien, y verbalizara con normalidad la muerte del padre, sin que ello le supusiera altos niveles de angustia.

Situado en Madrid, somos uno de los Centros de Psicología más grandes de España formado por un equipo multidisciplinar de Psicólogos, Psiquiatras, Logopedas y Neuropsicólogos, que nos permite trabajar con todos los rangos de edad y tipos de terapia.