El caso de Tania

Adolescentes difíciles

La madre de Tania no salía de su asombro, y en ese momento no podía decir qué era más fuerte lo que sentía, si precisamente esa sorpresa inimaginable o el tremendo enfado que tenía al ver a su hija, a la que acababa de descubrir con un piercing recién colocado en la lengua.

Lo primero que no entendía era la osadía, absurda, pensaba la madre, de haberse colocado algo que es inevitable que tarde o temprano se vea, sin permiso paterno.

Lo segundo, la falta de sensatez por parte de Tania, al llevar a cabo algo que desde hace tiempo que sacó por primera vez, pero que siempre habían dejado claro que por el momento ni hablar, que consideraban que era muy joven para llevar algo que a ellos, sus padres, no les gustaba nada, y además, tampoco les parecía higiénico y adecuado.

Otra de las razones por las que no entendían por qué había dado el paso de ponérselo sin permiso, era que sí que había conseguido otras cosas, que consideraban previas, como un segundo pendiente en una de sus orejas, diferentes cortes de pelo, bastante más radicales de lo que ellos quisieran y prendas de vestir, que también ellos consideraban muy atrevidas para su edad.
Cierto es que todo esto lo había conseguido después de mucho pedirlo y tras no pocas broncas. Pero los padres entendían que al final, ellos habían tenido la última palabra; por eso, las veces que habían hablado del tema, no se imaginaban que realmente Tania pudiera llegar un día a casa con el hecho consumado. Esto lo veían de forma totalmente distinta.

Lo primero que hizo la madre de Tania fue llamar al padre, pues estaban separados, y ella necesitaba decírselo a alguien y compartir tanto el momento de desconcierto como el pensar qué hacer ante los hechos.

A continuación, decidieron llamarme, pues tiempo atrás habíamos intervenido con Tania en un asunto que tenía que ver con la orientación de sus estudios y con ciertas conductas en casa.

Su madre concretamente esperaba que pudiéramos aconsejarla ante la duda de qué poder hacer. Entre tanto, Tania, en un primer momento, tras verse pillada, reclamaba que su madre entendiera que no era tan grave y que ya sabían que ella llevaba mucho tiempo queriéndoselo poner y que no le había quedado más remedio que hacerlo.

Y con el paso de las horas, rápidamente había adoptado una preparada y aparente normalidad para intentar que se calmasen los ánimos.
Cuando hablé con su madre, volvió a llevarse una sorpresa, cuando mi respuesta fue tajante y sin mucha dilación; le insté a que, junto con el padre, se presentaran los dos en casa, pidieran cita en el médico y acompañaran a Tania a quitarse el piercing lo antes que pudieran, sin que mostrasen ante ella ninguna duda de lo que tenían que hacer.

En el momento en que hablaron con ella y le dijeron que se preparara para acompañarlos, la reacción de Tania fue de incredulidad y de un mosqueo monumental. Pero vio que estaba decidido y ahora era ella la que no se esperaba para nada una respuesta de este tipo.

Durante el camino al centro de salud, hizo todo tipo de advertencias y amenazas primero, y promesas, después, de que haría todo lo que le pidiesen y cambiaría todo lo que tuviera que cambiar.

Sus padres lo único que le transmitieron fue que hablarían de todo aquello y de todo lo que quisiera, pero después de quitarse aquello que tenía en la lengua. Los momentos fueron duros, sin duda, desde el impacto que supuso ver lo que había hecho, hasta momentos previos a que la doctora se lo quitase, donde ella se rebeló hasta el último instante.

Pasados unos días, Tania se reguló y normalizó su comportamiento en general hasta cotas no alcanzadas desde hacía tiempo, antes de llegar a este extremo. Y, como mínimo, aprendió a tener cierto cuidado con los chantajes y a ver cómo sus padres hacían un frente común infranqueable con ciertas cosas.

Es preferible no llegar a estos extremos, pero, sin duda, si se presenta una situación ya crítica, como esta, lo mejor es, con contundencia, desmontar esa expectativa de que siempre se van a salir con la suya, pues, si no, la espiral de situaciones de este tipo puede ser rápida e intensa.

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