AUTOESTIMA, AUTOCONOCIMIENTO Y CRECIMIENTO PERSONAL

¿Qué es la autoestima?

La autoestima se refiere a la estima en la que nos tenemos a nosotros mismos, que puede ser mayor o menor, exactamente igual que estimamos más o menos a los demás. Pero estimar, valorar algo o a alguien, es una conducta más y, como tal, se aprende, se modifica con la experiencia y depende del tipo de relación que establezcamos con ese algo o alguien valorado, en este caso, con nosotros mismos.

Obviamente, valoraremos más a aquellas personas que nos hablan con respeto, defienden nuestros derechos, no son excesivamente críticas con nosotros, señalan nuestros puntos fuertes, nos ayudan a mejorar sin “machacarnos”, nos cuidan, nos apoyan, nos proporcionan cosas agradables, nos aceptan incondicionalmente aunque nos equivoquemos… Si así nos comportamos con nosotros mismos, tendremos una elevada autoestima, si hacemos todo lo contrario, nuestra autoestima será muy baja. Cambiando nuestro modo de tratarnos cambiaremos lo que nos queremos, no al contrario.

El autoconocimiento hace referencia al grado en el que nos conocemos a nosotros mismos, conocemos nuestros puntos fuertes, nuestros aspectos a mejorar, nuestros objetivos, nuestros intereses, nuestras habilidades… Hay personas que se conocen mejor que otras, hay personas que son más críticas, exigentes o benévolas con lo que conocen, pero conocerse es imprescindible para saber en qué punto estamos, hacia dónde queremos caminar y qué necesitamos para alcanzar nuestras metas.

El desarrollo personal es el proceso por el cual vamos adquiriendo habilidades, competencias, recursos personales para lograr nuestros objetivos vitales, para gestionar con éxito los problemas y dificultades, y para obtener lo gratificante y satisfactorio del entorno y las situaciones en las que nos vamos viendo involucrados.

Si nos conocemos adecuadamente (autoconocimiento), podremos establecer las bases para corregir nuestros defectos, potenciar el desarrollo de las habilidades que no poseemos, y mejorar las que ya están en nuestro repertorio (desarrollo personal), lo cual redundará en una valoración mucho más positiva de nosotros mismos (autoestima) y, en definitiva, en una mayor satisfacción personal y vital.

¿Qué no es la autoestima?

La autoestima no es algo que se adquiere y se mantiene inamovible a lo largo del tiempo.

Una buena autoestima no es algo a lo que podamos renunciar, es una condición indispensable para ser felices junto a la persona que compartirá el 100% de nuestras vidas: nosotros mismos.

Una alta autoestima no implica ausencia de capacidad de autocrítica, pero la valoración negativa en las personas con elevada autoestima se hace sobre su conducta, no sobre sí mismas.

La autoestima tiene mucho más que ver con cómo afrontamos nuestras equivocaciones y las cosas que no salen como queremos, que con cómo encajamos los logros. Querer a quien le sale todo bien es fácil, lo verdaderamente crucial es cómo manejamos nuestros momentos bajos.

Poseer un buen autoconocimiento no es únicamente ser conscientes de nuestros defectos, también hemos de tener claras nuestras fortalezas para potenciarlas y crecer a partir de ellas.

Conocerse bien a uno mismo no implica estar continuamente autoanalizándose ni evaluándose de forma obsesiva. Observarnos sí pero en su justa medida.

Nuestro desarrollo personal no es algo puntual, con principio y final, se trata de un proceso que debe acompañarnos durante toda nuestra vida para adaptarnos a cada etapa de nuestro ciclo vital.

No hay edad para potenciar el desarrollo personal. La capacidad de aprendizaje del ser humano se mantiene a lo largo de toda nuestra vida y debemos aprovecharla al máximo.

¿Cuándo acudir al psicólogo?

Cuando el dolor que se siente por la mala valoración que se tiene de uno mismo es muy profundo, obstaculizador y paralizante.
Cuando sentimos que estamos dejando pasar oportunidades de ser felices porque no nos atrevemos a dar pasos ante el miedo de que el “batacazo”, si todo sale mal, nos hunda.
Cuando el mal concepto que tenemos sobre nosotros mismos nos está acarreando serios problemas (celos en nuestra relación de pareja, agresividad ante la posible crítica de los demás, intentos autolíticos, etc.).
Cuando sabemos que tenemos todo un potencial a desarrollar y no encontramos el camino para hacerlo nosotros mismos.
Cuando, simplemente, queremos mejorar nuestras capacidades psicológicas y personales para llegar a ser más felices.

Casos más frecuentes

¿Qué se suele buscar en terapia?

Comprensión, alguien que entienda el sufrimiento por el que está pasando la persona.
Herramientas para quererse a uno mismo, para ser nuestro mejor amigo/a, para dejar de ser tan autocrítico.
Recuperación/obtención de la seguridad en uno mismo.
Ayuda para conocerse mejor y valorarse en la justa medida.
Mejora de las propias competencias y adquisición de nuevas habilidades que permitan a la persona tener más éxito en los distintos ámbitos de su vida.

¿Cuáles son los problemas más habituales en consulta?

Cuando la persona, aún teniendo muchas habilidades y éxito en las distintas áreas vitales (al menos los demás así lo valoran y los hechos objetivos de eso modo lo avalan), no se percibe a sí misma como válida y merecedora de la propia estima y/o la estima de los demás.
Cuando la persona fracasa o tiene escaso éxito en distintos ámbitos vitales y eso provoca fuertes sentimientos de infravaloración, inseguridad y rechazo hacia sí misma.
Cuando la persona se ve paralizada en el desarrollo de alguna área vital por miedo a fracasar o porque carece de habilidades de afrontamiento.
Cuando la persona siente que no se encuentra totalmente adaptada en algún ámbito de su vida y quiere desarrollar las habilidades que le permitan conseguirlo desde un enfoque de crecimiento personal.

 Principales resistencias

“Es horrible cometer errores y hacer algo mal, si lo hago es que soy una persona despreciable”.
“Sólo si consigo el cariño y la aprobación de los demás podré considerarme merecedora de mi propia estima”.
“Primero tengo que quererme y ya luego me atreveré a hacer cosas en la vida (buscar trabajo, hacer amigos…)”.
“A mi edad ya qué voy a mejorar, además, cada uno es como es y así hay que aprender a vivir”.


¿Cómo trabajamos en el Centro de Psicología Álava Reyes?

Recibimos a la persona y le ayudamos a entender que el proceso de conocerse, valorarse y trabajar para su desarrollo personal es algo continuo y que depende de ella misma. 

Posteriormente, le enseñamos a reconocer sus puntos fuertes y los aspectos en los que puede mejorar desde un punto de vista constructivo, no destructivo dotándole de herramientas para interpretar la realidad desde un punto de vista racional y adaptativo. Se trata de que la persona aprenda a “pensar bien”.

Igualmente, proponemos un entrenamiento en técnicas de control emocional dirigidas a que la persona aprenda a controlar su nerviosismo, su tristeza, su ira, la frustración, etc. y trabajaremos la asertividad y  capacidad de la persona para relacionarse efectivamente con los demás.

Como se desprende del método, hacemos hincapié en que la persona aprenda a aceptar sus errores, a perdonarse y a entender que la equivocación es algo inherente al ser humano y necesario para crecer y aprender.