Psicología: cómo gestionar a las personas que disfrutan discutiendo
Psicología: cómo gestionar a las personas que disfrutan discutiendo

¿Cómo gestionar a las personas que disfrutan discutiendo?

Psicología: cómo gestionar a las personas que disfrutan discutiendo

En la vida cotidiana, todos podemos enfadarnos alguna vez. Sin embargo, hay personas que parecen vivir para discutir, provocar malestar y generar conflicto constante. Este tipo de comportamiento es especialmente visible en momentos de tensión social o política, pero también aparece en el entorno laboral, en la familia o con amigos.
La psicóloga María Jesús Álava Reyes, en su intervención en el programa La Brújula de Onda Cero, analiza por qué estas discusiones interminables resultan tan agotadoras y ofrece claves eficaces para no dejarnos atrapar por el malestar que generan.

Cuando la emoción se impone a la razón: el secuestro emocional

Una de las explicaciones más relevantes que aporta María Jesús Álava Reyes es el llamado “secuestro emocional”.
Cuando sentimos enfado o ira, la amígdala —una estructura del cerebro encargada de detectar amenazas— puede tomar el control, anulando nuestra capacidad para razonar de manera equilibrada. Este mecanismo tiene una función protectora, pero cuando permanece activado o se transforma en agresión, provoca tensiones personales y colectivas.

Comprender este proceso nos ayuda a tomar distancia antes de responder de manera impulsiva y a recuperar el control sobre nuestras emociones.

Por qué algunas personas disfrutan discutiendo

No todos los perfiles que discuten lo hacen por el mismo motivo. Según María Jesús Álava Reyes, podemos encontrar:

  • Personas con un sentido exacerbado de la justicia, que sienten la necesidad de corregir todo lo que consideran injusto.
  • Quienes gestionan mal sus emociones y descargan su frustración en los demás.
  • Individuos con un locus de control externo, que culpan a otros de sus problemas y utilizan la confrontación como válvula de escape.
  • Personas tóxicas que disfrutan generando malestar, sembrando discordia para llamar la atención o reafirmar su poder.
  • Aquellos que siempre quieren tener la razón, dificultando cualquier posibilidad de diálogo constructivo.

Identificar estos patrones nos permite protegernos emocionalmente y decidir cómo queremos relacionarnos con ellos.

El papel del orgullo y el ego en las discusiones

En muchas ocasiones, los conflictos se prolongan porque el orgullo o el ego nos impiden ceder, incluso cuando sabemos que el otro tiene razón. Esta rigidez emocional alimenta tensiones que acaban desgastando los vínculos personales o profesionales.
Aprender a relajar la necesidad de ganar y a priorizar el entendimiento es un paso fundamental para construir relaciones más saludables.

Claves para gestionar las discusiones y resolver conflictos

María Jesús Álava Reyes propone varias estrategias para lidiar con quienes disfrutan discutiendo y, al mismo tiempo, cuidar nuestro propio bienestar emocional:

  1. Reconoce lo que sientes. Pon nombre a la emoción antes de reaccionar.
  2. Analiza la causa del enfado. Pregúntate qué te ha molestado realmente.
  3. Comunica desde el “yo”. Usa mensajes en primera persona (“me siento…”) en lugar de acusaciones.
  4. Escucha y respeta la perspectiva del otro. Incluso si no estás de acuerdo, entender su punto de vista facilita el diálogo.
  5. Busca soluciones de beneficio mutuo. Abandona la idea de que siempre hay que tener la razón.
  6. Practica la asertividad y la empatía. Defiende tus necesidades sin atacar ni ceder en exceso.

Estas pautas fomentan conversaciones más productivas y reducen el desgaste que provocan las discusiones sin fin.

Asertividad y empatía: la clave para una convivencia saludable

No todas las personas conflictivas actúan de manera deliberada; algunas simplemente carecen de recursos emocionales para expresarse de otra forma. En el extremo opuesto, hay quienes evitan tanto la confrontación que no llegan a expresar sus necesidades, acumulando malestar.
El equilibrio se encuentra en aprender a razonar, comunicar con claridad y mantener la calma, priorizando la relación sobre el deseo de imponerse.

Cuida tu bienestar emocional con ayuda profesional

Las discusiones constantes pueden desgastar nuestra energía y afectar seriamente nuestra salud emocional. Aprender a poner límites, mantener la serenidad y responder con inteligencia emocional es posible con el apoyo adecuado.

En el Centro de Psicología Álava Reyes contamos con un equipo de especialistas que te ayudará a desarrollar habilidades de comunicación, gestionar tus emociones y fortalecer tu equilibrio interior.

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FUENTE: La Brújula de Onda Cero

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