«Es una prioridad formar a los docentes en nuevas tecnologías y en competencias emocionales». María Jesús Álava Reyes para «El Economista»

Las personas felices son hasta un 37% más productivas

La psicóloga María Jesús Álava Reyes ha participado en el encuentro digital CEU TALKS organizado por el grupo educativo CEU, en el que habló de los momentos que atraviesa este sector, especialmente desde la llegada del coronavirus.

¿Cuáles son los principales cambios que ha sufrido la educación en los últimos meses?

La realidad es que el ambiente de las aulas ha cambiado radicalmente; lo que antes era bullicio y alegría, ahora es tristeza e inquietud. Desde el mes de marzo, los profesionales de la educación estáis haciendo un trabajo ingente, muy exigente y en un entorno en constante evolución y evaluación. Nunca ha sido tan examinada, ni tan valorada, la actitud y las funciones del profesorado. Debemos ser conscientes de los cambios tan profundos que habéis vivido y a los que os habéis adaptado en muy poco tiempo. Habéis tenido que desarrollar competencias digitales, modificar e incrementar vuestro horario añadiendo horas adicionales, trabajar con mascarilla, implementar medidas de seguridad, adecuaros a la meteorología cambiante y, especialmente, ofrecer apoyo emocional a vuestros alumnos y alumnas, y en algunos casos también a sus familias.

¿De qué forma han afectado estos cambios a la actividad que desarrollan los docentes?

La actividad diaria del aula, la agenda, se ha trastocado. Todos estos cambios que he mencionado, sin previo aviso ni entrenamiento, han supuesto un enorme desgaste para la comunidad educativa.

Es normal y muy frecuente que estéis cansados, incluso agotados y, en cierta medida, frustrados; frustrados por no llegar, frustrados por no poder, frustrados por no contar con los medios para desarrollar vuestra labor con el máximo de garantías en estos tiempos.

Hay que recordar también que, cuando hablamos de comunidad educativa, no nos referimos solamente al cuerpo docente, sino también al colectivo maravilloso de personas que trabajan por y para la educación de todo el alumnado. Por ejemplo, el personal administrativo y de servicios, cuya labor no tan conspicua supone un pilar fundamental sobre el que se asientan las instituciones. Queridas y queridos PAS, recordad que sois fundamentales; vuestra labor sirve de apoyo a los profesores, pero también a los alumnos y a sus padres. Sois el primer contacto que tienen, y su puente para comunicarse con el colegio o la universidad.

¿En qué sentido cree que la exigencia hacia el personal docente se ha incrementado?

Podríamos decir que hay grandes áreas de exigencia derivadas de la pandemia. Por un lado, docentes y PAS deben adoptar medidas concretas (horas disponibles, rapidez en la corrección de ejercicios, asignar a los alumnos tareas cada vez más novedosas para fomentar su motivación, adaptación a la tecnología contra reloj, necesidad de combinar enseñanza online y presencial, recibir y aceptar críticas que en ocasiones tienden a confundir cualidades personales con desempeño profesional… Por otro, el inevitable desgaste emocional tanto de alumnos como de padres y de los propios docentes, unido a un notable descenso en la motivación y la participación del alumnado.

Conviene recordar que los profesores también son personas, con sus problemas y situaciones familiares. Permitir que se disuelvan las barreras entre la actividad profesional y el desarrollo personal es complejo. Los docentes, junto con los sanitarios, están entre los que más han tenido que sobreponerse y dar el todo por el todo en estos tiempos, aún a riesgo, o en detrimento, de áreas personales.

«Los docentes, junto con los sanitarios, están entre los que más han tenido que sobreponerse y dar el todo por el todo en estos tiempos»

Debemos valorar el enorme esfuerzo del profesorado. Trabajar con un constante incremento en la exigencia y, sobre todo, en la autoexigencia, sometidos siempre al escrutinio de la sociedad, llenos de incertidumbre y sin indicios claros de cuánto durará esto o de si habrá cambios ya permanentes, es algo a tener muy en cuenta.

El cansancio se acumula. Daos permiso para cortar y desconectar. Si no lo hacéis, tendréis la sensación de no acabar nunca. Desconectad.

¿Diría que la figura del docente está bien valorada en España?

No está valorada como merecen los docentes. Es cierto que durante la pandemia se ha producido una notable mejoría en la percepción y en la valoración del trabajo del profesorado. Cuando muchos padres han tenido que ayudar a sus hijos con los estudios, han podido valorar la labor de los profesores. Asimismo, la sociedad, en su conjunto, ha redescubierto vuestra labor, comprendiendo que no solo es difícil e importante sino que es además, en muchos casos, ciertamente agotadora.

Porque es cierto que, con cierta osadía, desde diversos sectores, nos dicen y os dicen a vosotros, cómo tenéis que hacer vuestra labor, cuando pocas veces como ahora los padres han fallado tanto en la educación de sus hijos, queriéndolo hacer bien, pero sobreprotegiendo en exceso y contribuyendo a su falta de madurez y responsabilidad. Y pocas veces se os ha exigido tanto como ahora, en un contexto tan difícil.

¿Considera que los padres se enfrentan ahora a otra forma de valorar la educación y el papel que desempeña la comunidad educativa?

En efecto, los padres valoran de otra manera el esfuerzo de ser docente, el esfuerzo diario, la vocación de servicio, y la destreza profesional.

Pareciera que ser profesor o profesora en España es como ser entrenador de fútbol, como si estuviese al alcance de todos. Como todos hemos sido niños, y hemos ido al colegio, nos sentimos muy cercanos a una labor y a una profesión que veíamos como algo fácil, asequible, porque lo veíamos desde nuestros ojos de niños.

Sólo cuando nos acercamos a la realidad de este colectivo, cuando observamos la dedicación, el tiempo, el esfuerzo, las horas y las ganas que requiere cada una de sus tareas, asumimos la importancia de su labor.

A raíz del primer confinamiento los padres se enfrentaron a otra forma de valorar al cuerpo docente. Pero lo que los psicólogos llamamos «habituación» es un fenómeno muy potente. Una vez que tenemos algo adquirido es fácil que lo demos por sentado y que queramos algo más.

Según su punto de vista, ¿Cuáles son las claves necesarias para adaptarse a esta nueva situación?

Formar a los docentes en nuevas tecnologías y en competencias emocionales es una prioridad tanto para ellos como para los alumnos.

Es necesario aumentar los tiempos reservados a las tutorías, sabiendo que ese acompañamiento debemos hacerlo sobre las áreas fundamentales que les preocupen en su vida, y no sólo sobre las académicas.

Incrementar también los contactos con las familias. Reducir la incertidumbre de los padres, transmitir cercanía, compromiso y una comunicación abierta y fluida entre todas las partes no hará sino mejorar la relación entre todos.

Y, por encima de todo, fomentar los hábitos que nos llevan a la salud integral: sueño, alimentación, ejercicio y emociones positivas. ¿Qué hábitos nos impiden dormir lo necesario? ¿Qué alimentos nos convienen? ¿Llevamos una vida suficientemente activa físicamente? Es cierto que el personal docente hacéis mucho «ejercicio intelectual», pero es necesaria también la actividad física, que incluso nos facilitará el rendimiento intelectual. Recordad además que una buena gestión del tiempo nos facilitará vivir y disfrutar. Y es esencial evitar el sufrimiento inútil, que nos priva de la verdad de la vida.

«Formar a los profesionales y fomentar la cultura colaborativa es esencial»

Los nuevos tiempos exigen un nuevo liderazgo. Formar a los profesionales y fomentar la cultura colaborativa es esencial. En Apertia trabajamos enfocados en el modelo de felicidad productiva. Las personas felices son hasta un 37% más productivas, tienen menos absentismo, cometen menos errores y disfrutan en su día a día. El salario emocional es muy importante.

Esta profesión es muy exigente; o la sentimos y la vivimos desde la ilusión y la motivación, o termina con nuestra energía y nuestras emociones.

¿Cómo puede afectar la pandemia al crecimiento de los estudiantes?

Los alumnos están en una situación muy nueva para ellos, pues viven la incertidumbre de todo lo que les rodea: sienten que sus padres están muy preocupados, tienen menos relaciones con sus compañeros y su entorno, cada día se suscitan nuevas incógnitas, sus estudios, tal y como los habían previsto, e incluso su futuro, son diferentes…

Esa situación incrementará su inseguridad; experimentarán más miedos, más bloqueos… incluso más decaimiento. Están pagando un precio muy alto en esta pandemia, a una edad que ya no volverá y que no van a poder vivir con la espontaneidad, la alegría y las ilusiones propias de estas etapas.

El profesorado y el personal administrativo tendrán que desarrollar nuevos recursos y competencias para gestionar esas frustraciones, inseguridades y miedos; y eso solo se consigue conectando con sus emociones.

Por ello, hoy, más que nunca, los fundamentos de la psicología deberían acudir en ayuda de los profesionales de la educación.

¿Considera que la educación online ha llegado para quedarse?

Las nuevas tecnologías han conquistado un terreno que es difícil que pierdan. La deslocalización de recursos, no solo en educación, sino también en otras áreas; el acceso a programas de formación que no se dan en la ciudad de residencia; minimizar los costes económicos de congresos, flexibilizar horarios…, son factores a tener en cuenta.

Respecto a la educación, es importante tomarnos el tiempo necesario para evaluar la profundidad y el alcance de los cambios. Nuestro país ha sufrido varios cambios en la legislación educativa en muy poco tiempo. Los profesionales necesitan y necesitamos tiempo para evaluar la conveniencia y la eventual mejora de tales cambios. En este sentido, es necesario pedir flexibilidad y recordar que no tenemos referentes en casos como éste. Tomarnos el tiempo necesario para extraer buenos aprendizajes sobre los resultados de los distintos modelos educativos (presencial, online y mixto) es fundamental.

¿Qué consecuencias negativas a largo plazo puede tener no desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje correcto en estos meses?

Por desgracia, nos encontramos todos en ese proceso de enseñanza y aprendizaje. No tener referentes ni ejemplos previos hace que, muchas veces, se tomen medidas poco efectivas.

Todos estamos aprendiendo, y nos estamos adaptando. Acompañarnos emocionalmente en este descubrimiento es fundamental. No nos exijamos lo imposible, todos somos humanos.

Haz clic aquí para leer la entrevista completa