Guía de apoyo para profesionales sanitarios

Carlos Mateo, Laura García

La presente guía está dirigida a todos aquellos profesionales sanitarios implicados en la atención directa de pacientes afectados por el Coronavirus COVID19,  contemplados especialmente en su vertiente de cuidadores profesionales, y, lo que es más importante, como personas cargadas de humanidad y solidaridad.

La caridad y el amor bien entendidos empiezan por uno mismo. Por eso es fundamental, en una situación de pandemia como la que estamos viviendo, que todos los profesionales sanitarios que os estáis entregando en cuerpo y alma a combatir y vencer al Coronavirus, en esta emergencia nacional y global …

  1. Os cuidéis al máximo.
  2. Os dejéis cuidar también vosotros.

Porque si vosotros no os mantenéis fuertes y sanos, tanto física como anímicamente, ¿quién nos va a poder cuidar a los demás, con mimo y profesionalidad?

Esta emergencia sanitaria nacional y mundial es una circunstancia crítica que nos está poniendo a todos a prueba, y sin duda es una oportunidad única para tomar plena conciencia de la importancia y el valor esenciales de tener,  preservar y cuidar un sistema nacional de salud como el español, que es una auténtica maravilla y una bendición.

PAUTAS E INDICACIONES A SEGUIR EN EL DÍA A DÍA

  • Tiempos de descanso:

    Todos sabéis que en una situación crítica como la actual los profesionales sanitarios os veis obligados a realizar sobresfuerzos en cuanto a horarios ampliados de trabajo, y a menudo en duras condiciones, pero si no dedicáis un tiempo razonable al descanso, eso os va a pasar factura y acabaréis por ser presas del agotamiento, lo que terminará por afectar a vuestro sistema inmunológico y os hará mucho más vulnerables a la enfermedad.

  • Alimentación:

    Ahora más que nunca conviene que extreméis el cuidado de vuestra ingesta, para manteneros bien nutridos y alimentados, evitando hacer comidas copiosas, pesadas, ricas en grasas e hidratos, y evitando en la mayor medida posible el consumo de alcohol, tabaco y cualquier otra sustancia psicotrópica.

  • Ejercicio físico

    Aunque haya de ser en casa, mantener un buen nivel de ejercicio físico cotidiano es primordial, para aseguraros una buena dosis de endorfinas, que os ayuden a sostener el buen estado de ánimo necesario y conveniente, para afrontar las altas cotas de exigencia a las que vais a estar sometidos durante un largo periodo de tiempo, en una crisis como la actual.

  • Ejercicios de relajación, meditación, mindfulness, yoga, Tai-Chi

    … o cualquier otro que os proporcione un tiempo de calma y sosiego, y que os permita desconectar del estado de urgencia y premura permanentes, que vais a vivir la mayor parte del día.

  • Toma de conciencia vocacional

    Esta situación de crisis que estáis viviendo os brinda una excelente ocasión para reconectar con el origen más vocacional de vuestras profesiones. Recordad una vez más y tened muy presente el sentido más profundo e íntimo de vuestra profesión de cuidadores, que no es otro que la entrega humana y desinteresada a los demás.

  • Gratitud

    Poder manifestar agradecimiento a la vida y/o a Dios, por haberos permitido dedicaros a unas profesiones tan dignas, nobles y estimulantes como lo son todas las profesiones sanitarias, en tanto que sois cuidadores del resto de los seres humanos.

  • Admitir/aceptar las manifestaciones de agradecimiento

    que os lleguen de la gente en general y de los enfermos a quienes atendéis y ayudáis a recuperar su salud en particular. Desde los merecidísimos aplausos que espontáneamente os demos, hasta las manifestaciones más formales de gratitud que a buen seguro os llegarán, porque sois acreedores de ellas.

  • Autocuidado físico y emocional

    Dentro de la situación de emergencia continua en la que estáis sumidos, dedicad unos minutos a observar cómo está vuestro cuerpo; intentad adoptar posturas más relajadas muscularmente, y respirad diafragmáticamente (si no sabéis cómo hacerlo, basta con respirar suave y profundamente), a lo largo de vuestros actos médicos o profesionales. No olvidéis hacer breves autoobservaciones, para detectar posibles tensiones corporales e intentar corregirlas y evitarlas en lo posible. Todo ello os ayudará a no acumular tensiones físicas que después acaban convirtiéndose en tensión emocional y global.

  • Pensamientos y estado emocional

    ¿Qué estoy pensando? Todos sois conscientes de la importancia que vuestros pensamientos tienen sobre vuestros estados emocionales, y en cómo os sentís en cada momento. Es fundamental que os hagáis conscientes del diálogo interno poco edificante que a veces os permitís, y que abre paso a pensamientos negativos que consumen vuestra energía y os debilitan aún más. Por ejemplo: “Esto es imposible”, “No vamos a poder con esta situación”, “No puedo más”, “Estamos en manos de auténticos descerebrados”, “Todo esto tenía que haberse previsto antes”… En lugar de seguir este hilo de pensamiento, es muy importante fijar vuestra atención en el momento presente, concentrándoos y siendo conscientes de lo que estáis haciendo en ese momento, para no dejaros caer por la pendiente de los pensamientos negativos, rumiativos o catastrofistas.

  • Evitar conversaciones tóxicas

    con compañeros, familiares, amigos u otras personas que no ayudan precisamente a mantener alto el espíritu, algo imprescindible en una coyuntura como la actual. En lugar de eso, poned empeño en emplear un lenguaje positivo y alentador, que os permita ver “la luz al final del túnel” por el que estáis atravesando. Ahora toca más que nunca focalizar vuestra atención en todo lo positivo que tenéis en vuestra vida cotidiana y ser constructivos.

  • Visualización positiva

    No hay nada que nos acerque más al éxito de la misión que tenemos entre manos en cada momento que visualizarnos a nosotros mismos dando todos y cada uno de los pasos que nos conducen a conseguir el objetivo por el que estamos luchando. Por ello es muy importante que busquéis momentos de pausa en los que poder relajaros unos minutos; a ser posible sentados, cerrad los ojos, y concentraos en la visualización de vosotros mismos en el éxito de lo que tan generosamente estáis haciendo por los demás.

  • Desconexión

    Viváis solos o en familia, procurad, durante los momentos de descanso, distanciaros lo máximo posible del “monotema” Coronavirus. Es muy recomendable evitar la sobresaturación de noticias y conversaciones relativas a la enfermedad. En su lugar, procurad llevar a cabo pequeñas actividades placenteras, como ver una serie de humor, lecturas motivantes y positivas, hidrataros bien, mantener conversaciones distendidas con familiares y amigos, hacer estiramientos musculares… y todo aquello que os ayude a procuraros un estado de paz y serenidad, que os descanse y os llene de energía.

  • Sed indulgentes/benévolos con vosotros mismos, quereos y trataos bien:

    En una situación de alta demanda continua, como es a la que os veis sometidos todos los profesionales sanitarios en este momento, es inevitable un cierto nivel de estrés y ansiedad, y de la mano ello mismo, la comisión de errores en vuestro quehacer cotidiano. Es muy importante que os aceptéis en vuestra condición humana, y por tanto limitada, y os asumáis en los errores que a buen seguro vais a cometer en alguna ocasión. El hecho de aprovechar esos fallos ocasionales que podáis cometer para autocastigaros, no os va a ayudar en nada, y por tanto es algo claramente a evitar. Es fundamental que os comprometáis con vosotros mismos a trataros bien, y cuando os descubráis en un error, decíos: “Vaya, sigo siendo un ser humano, imperfecto, falible, y aun así puedo quererme a mí mismo, con mis limitaciones y áreas de mejora. Ahora voy a tomar nota para procurar no volver a cometer de nuevo este error en el futuro”.

  • Tomad conciencia y permitíos sentiros orgullosos de vosotros mismos y de vuestra noble profesión.

    Durante largo tiempo hemos asistido en nuestra sociedad a una distorsión en las escalas de valores, que han ido haciendo que para muchas personas el modelo a seguir e imitar haya sido el del éxito fulgurante fundado en el dinero, más que el de los esforzados profesionales que se ganan su puesto en la sociedad con largos años de estudio y duro trabajo, que se prolonga a menudo durante toda su carrera profesional, como es el caso de los profesionales de la salud. Un estado de emergencia como el actual nos induce a fijar prioridades, primar lo realmente importante para todos, y relativizar lo superfluo y prescindible.

  • Afrontar la adversidad y aceptar nuestros límites:

    Aunque los profesionales sanitarios estáis muy acostumbrados a lidiar en vuestro día a día con la enfermedad y la muerte, una situación tan crítica como la actual os obliga a hacer un sobresfuerzo para manejaros con un número anormalmente alto de casos muy graves, terminales y fallecimientos. Es normal que podáis vivir esta realidad con sentimientos de impotencia y fracaso, y es fundamental que os empeñéis en aceptar y asumir vuestras limitaciones a este respecto. Ya estáis haciendo todo lo humana y profesionalmente posible, y no tenéis por qué exigiros más.

  • Angustia/miedo personal:

    En esta situación que estáis viviendo sois conscientes del peligro que asumís a diario, al estar en contacto directo y continuado con gran cantidad de enfermos infectados por el Coronavirus. Sabéis también que a menudo os veis obligados a trabajar en unas condiciones precarias de protección, que no son las idóneas, y, por tanto, el riesgo de que vosotros mismos os podáis contagiar es alto. Todo ello hace que muchos de vosotros podáis pasar por momentos de desasosiego, angustia y miedo, que son perfectamente naturales y humanos. Es muy importante que os permitáis esos sentimientos, y que os dejéis fluir en ellos. Si vais simultáneamente y en paralelo centrando vuestra atención en los temas de tenéis entre manos y que habéis de abordar, notaréis que esas sensaciones de ansiedad y malestar se irán atenuando, y se harán más llevaderas.

“Si buscas la perfección, nunca estarás contento”. (Ana Karénina. Lev Tolstoi).

Y como colofón a esta breve guía de indicaciones, para acompañaros a los profesionales sanitarios en esta crítica situación por la que estamos atravesando todos, recibid y aceptad una vez más nuestros más profundos reconocimiento y gratitud por vuestra labor y entrega, sin las cuales habríamos sido incapaces, como sociedad y como país, de superar y salir adelante con éxito de esta tremenda situación.

¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!