«Esta situación puede ser perjudicial para los niños si los padres no están tranquilos». María Jesús Álava Reyes en «La Brújula» de Onda Cero.

La psicóloga nos explica que enero suele ser un mes en el que se solicita más atención psicológica porque es posterior a fechas de mucho desgaste emocional: las fiestas navideñas… «La soledad se agranda en estas fechas«. Apunta María Jesús Álava Reyes que la nevada puede suponer un retroceso en todos aquellos que estaban superando los efectos psicológicos del COVID, o que si están confinados, lo ven como un agravante más.

¿Cómo debemos reaccionar ante una catástrofe para no cundir al pánico? Lo primero, nos apunta la psicóloga, es seguir las instrucciones de las autoridades y después pensar cómo podemos ayudar. ¿Cómo se sienten médicos y las fuerzas de seguridad ante tanto desgaste por culpa del coronavirus? «Se sienten utilizados», apunta Álava Reyes, que alaba el altruismo de estas personas y lamenta que pueden encontrarse psicológicamente al límite.

Además, nos explica, que los niños, al observar que están sin colegio y que sus padres pueden estar nerviosos o preocupados, pueden «dar un retroceso» y recuperar algunos de los pasados miedos que surgieron cuando acabó el confinamiento.