UNIDAD DE MIEDOS SOCIALES

Las fobias sociales se caracterizan por la presencia de miedo intenso, persistente y desproporcionado en situaciones sociales, en las que nos sentimos evaluados y juzgados, avergonzados, inseguros o extremadamente temerosos a ser rechazados. Estos miedos son más frecuentes de lo que nos pensamos, ya que según el DSM-V (el manual diagnóstico más utilizado por los psicólogos), estos miedos afectarían entre el 2 – 5% de la población en Europa.

¿Qué son los miedos sociales?

Todas las personas nos hemos sentido en algún momento con vergüenza o ansiedad cuando comenzamos en un nuevo trabajo y tenemos que conocer a los compañeros, cuando hemos tenido que hablar en público, pero normalmente, tras el momento inicial, podemos desenvolvernos sin mayores dificultades.

Sin embargo, en otras ocasiones, el miedo a lo que pensarán de nosotros, a no integrarnos adecuadamente, a no saber mantener una conversación interesante, a comer o beber delante de otras personas nos paraliza; queremos escapar corriendo de esa situación y empezamos a sentir una manifestación de síntomas fisiológicos que no podemos controlar (sonrojo, sudor, temblor, náuseas…), y que afectan negativamente a nuestras actividades cotidianas. Cuando esto ocurre, estamnos experimentando un miedo o fobia social ya que se trata de una reacción desproporcionada a las exigencias de la situación y que, a pesar de ser razonada, no puede controlarse.

Así, las personas con miedos sociales tienden a evitar situaciones en las que hay mucha gente, sienten mucho miedo a ser juzgadas o rechazadas, tienen un temor desmesurado a las críticas, centran en exceso la atención en sí mismos y creen que son el centro de atención respecto a los demás, anticipan en negativo las situaciones temidas sobreestimando las posibilidades de que ocurran situaciones sociales negativas, lo que provoca que se desenvuelvan en situaciones sociales con un gran desgaste emocional o de una manera inadecuada.

¿Qué causa los miedos sociales?

Normalmente, los miedos sociales se producen por distintas causas que aparecen simultáneamente. Así, es conocido que pueden tener cierto peso genético (por ejemplo, la timidez es una variable de personalidad que puede afectar a estos miedos), pero también existen otros factores desencadenantes, como, por ejemplo, la carencia de habilidades sociales, el exceso de autocrítica o una experiencia social traumática como el bullying o el acoso laboral.

En el Centro de Psicología Álava Reyes, contamos con una unidad específica de Evaluación, Diagnóstico y Tratamiento de los miedos y fobias sociales, tanto en niños y adolescentes como en adultos, cuyos objetivos son los siguientes:

Evaluación

  • Efectuar una correcta valoración y diagnóstico de los miedos sociales, ya que no todas las personas que acuden a nuestra consulta con algún miedo social cumplen con todos los criterios para diagnosticar una fobia social o presentan un trastorno relacionado pero no una fobia social propiamente dicha.
  • Obtener información sobre el comienzo y evolución del problema, el abanico de situaciones en las que se produce el miedo, qué piensa la persona cuando ocurre (nivel cognitivo), cómo reacciona (nivel fisiológico) y si hay evitación de la situación (nivel conductual), identificar las habilidades sociales deficitarias, posibles tratamientos previos, expectativas hacia la terapia y motivación para el tratamiento, así como sobre los aspectos de la personalidad e historia autobiográfica de la persona, para diseñar el programa de tratamiento más personalizado posible;
  • Realizar un diagnóstico temprano de las fobias sociales, que permita evitar alteraciones significativas en la vida de la persona como problemas escolares, personales, familiares o profesionales derivados de sus miedos, así como evitar el sufrimiento que eso conlleva para la persona afectada.

Intervención

Numerosas investigaciones han demostrado que el tratamiento cognitivo-conductual de los miedos sociales produce una importante mejora de los mismos. En el centro Álava Reyes realizamos una intervención individualizada de cada uno de los casos, que suele incluir incluye las siguientes técnicas psicológicas:

  • Reestructuración cognitiva. Su finalidad es identificar los pensamientos automáticos y negativos que desencadenan los miedos sociales con el objetivo de comprender el impacto que éstos tienen sobre las reacciones emocionales y conductuales, cuestionarlos y finalmente modificarlos por pensamientos más apropiados y funcionales.
  • Exposición situacional. La exposición es una de las técnicas más potentes para vencer los miedos sociales ya que ayuda a romper la asociación entre las situaciones temidas y las reacciones de ansiedad. Esta exposición puede realizarse de distintas maneras en función de las necesidades del paciente. Así, puede realizarse en imaginación o en vivo y suele llevarse a cabo de forma progresiva y gradual. En el centro Álava Reyes para facilitar la exposición de la persona a distintas situaciones sociales, disponemos de diversos talleres y terapias grupales, así como de la posibilidad de contar con coterapeutas que acompañen y apoyen al paciente fuera del centro en la exposición de las situaciones temidas.
  • Entrenamiento en habilidades socialesTal y como demuestran las investigaciones, las personas con miedos sociales suelen ser poco asertivos o excesivamente sumisos o pueden carecer de las habilidades necesarias para establecer relaciones interpersonales adecuadas. En otros casos, las personas con miedos sociales tiene también déficits en su capacidad de comunicación con los demás o en el manejo de las críticas. Desde el centro de Psicología Álava Reyes, creemos que en estos casos el tratamiento tiene que incluir también el entrenamiento de la persona en habilidades sociales y en herramientas para una comunicación eficaz con los demás. Por ello, además de trabajar estos aspectos individualmente con los pacientes, también contamos con talleres de habilidades sociales para niños y adolescentes, así como con terapias colectivas en pequeños grupos para adultos que permiten una mayor generalización de los aprendizajes a la vida cotidiana del paciente.
  • Técnicas para el control de la ansiedad. Las estrategias de relajación, como la respiración abdominal o el mindfulness, son muy eficaces para reducir la activación y afrontar la ansiedad, ya que suponen una respuesta antagónica al miedo. Desde el centro de Álava Reyes contamos con profesionales con mucha experiencia en el entrenamiento en este tipo de estrategias.
  • Tratamiento farmacológico. En ocasiones, cuando las fobias o miedos sociales son especialmente intensos, puede ser conveniente contar con apoyo farmacológico para facilitar la intervención psicológica. El equipo de nuestro Centro incluye dos psiquiatras, lo que facilita el intercambio de información y la coordinación entre los distintos profesionales que trabajan con la persona afectada.